jueves, 30 de octubre de 2008

¿Y POR QUÉ SIEMPRE ME ADELANTO A PENSAR QUE LAS COSAS TERMINARÁN MAL?

Por: jose_lagodecoatepeque@yahoo.es

Hay momentos en que nos encontramos expuestos o proclives a ciertas situaciones que se presentan en el diario vivir. En el artículo anterior, escribí sobre los noviazgos y algunos problemas. Esta vez, me propuse escribir a cerca de actitudes y pensamientos que muchos presentamos antes de “meternos en algo”, como comúnmente decimos.

Me atrevo a decir que casi nadie está exento de esto. Cada vez que nos enfrentamos a algo, en la mayoría de los casos, siempre pensamos en lo positivo y negativo que traerá. De todas maneras, alguna solución debemos encontrar.

Pero ¿te has preguntado por qué somos tan prejuiciosos? Tal vez no. Los prejuicios están en todos lados, dondequiera que existan seres humanos. No puedo decirte que son buenos, pero tampoco que sean malos. Las respuestas varían de acuerdo a los tipos de problemas, situaciones y circunstancias. ¿Por qué cuando alguien decide tener un noviazgo, casarse, conseguir un trabajo, salir lejos de casa, visitar una iglesia, etc., y consultamos a otra persona siempre emite prejuicios que a veces nos favorecen, y a veces no?

Y si no consultamos a nadie, también nos convertimos en prejuiciosos de nuestra vida. Por ejemplo, si deseo tener una relación de noviazgo, antes de que la otra persona de un “sí” o un “no”, yo he pensado en que la relación quizá no funcione. Y ya pensé en todo lo que la otra persona me responderá, en lo que responderé y, para colmo, ya pensé en cómo terminaré esa relación si no me parece. Este solo es un pequeño ejemplo para demostrarte cómo pensamos.

Considero que todas estas cosas ya son inherentes al ser humano. Pero no solo eso, sino que debe haber una explicación razonable del porqué actuamos de esa manera. La palabra de Dios en Mateo 12:34 dice “porque de la abundancia del corazón habla la boca.” Ciertamente, lo que expresamos es lo que sentimos en nuestro corazón. Porque no podemos expresar ni decir lo que no sentimos.

El mundo ha impregnado, a través de todas sus malas obras y desobediencia, un espíritu de desconfianza y de una falsa autonomía y perfección. Nos hace ver como los buenos de la película, y hace ver a los otros como nuestros rivales, nuestros enemigos dignos de desconfianza, como seres inhumanos que no tienen sentimientos ni empatía.

Este falso espíritu hace que prejuzguemos a los demás. Porque con anticipación llevamos en nuestro corazón los malos pensamientos e intensiones deshonestas de cómo sucederán las cosas. Si en nuestro corazón no existiera esa desconfianza, todo sería diferente.

En el libro de Proverbios capítulo 4:23, Dios nos aconseja y nos dice: “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida.” Si en nuestro corazón hay odio, odio demostraremos; si hay desconfianza, desconfianza mostraremos; si hay amor, paz y bondad, eso reflejaremos. Dios hace que los corazones de las personas queden limpios. Siempre y cuando, la persona lo permita.

Si queremos que las cosas cambien, debemos ser los primeros en actuar positivamente, en demostrar confianza, justicia y bien hacer. El mundo está impregnado de mentiras, destrucción y odio. Dios da amor, gozo, paz paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, confianza, y mucho más. Él quiere transformar tu corazón.

Cuando Dios dirige tu vida, te guía por sus caminos derechos, te guarda y te acompaña en todas tus decisiones. Tendrás seguridad en él y verás las cosas con otros ojos. Los ojos de Dios.

viernes, 10 de octubre de 2008

¿POR QUÉ NO TUVE ÉXITO EN MI NOVIAZGO?

Muchas personas que no han tenido éxito en su relación de noviazgo, en un momento determinado, se han planteado la pregunta: ¿por qué no tuve éxito? O quizá ¿Por qué me pasa esto a mí? ¿Por qué no puedo tener una bonita relación como los demás? Y eso viene a ser, en muchas ocasiones, un factor de gravísima frustración, incluso, hasta causa de numerosos suicidios inesperados.

Aunque, al parecer, muchos toman el rompimiento de un noviazgo como algo “normal –porque unos son lo suficientemente fuertes para soportarlo, otros no tienen la misma capacidad-, es un problema que, a lo largo de la historia, el compartimiento de la sociedad misma ha creado, debido a la forma indiferente de ver la realidad, sin pensar en las heridas que este rompimiento pueda causar.

Pero esta forma deliberada de obrar y de ver la realidad tiene muchas causas. Hay personas que desde su juventud han practicado el sexo de una forma libre, con tal de satisfacer sus bajos instintos -deseos profundos y desordenados-. A este tipo de personas les interesa poco HERIR Y DAÑAR LOS SENTIMIENTOS DE LOS DEMÁS. Lo único que les importa es lograr su objetivo.

Cuando un(a) joven encuentra a alguien con quien llevar a cabo su primera relación de noviazgo, se vuelve ciega(o). La desesperación por “andar con alguien” le lleva a dar un “sí” prematuro, lo cual, en un futuro no muy lejano, le traerá repercusiones negativas. Engaños, rechazo, embarazos, abortos y suicidios.

La falta de información y de conocimiento, nos lleva por caminos oscuros donde no sabemos qué hacer ni cómo llevar a cabo una relación. Y es el caso de una persona que se encuentra en su primer noviazgo. Por lo general, son jovencitas y jovencitos de entre 11 y 18 años, aunque a veces de más edad, que se dejan llevar por lo que el otro dice sin pensar por sí mismos.

La falta de conocimiento de los y las adolescentes los hace presa fácil de personas insensibles, que llevan una vida desordenada, para que se aprovechen de su dignidad y se la roben. Las mentiras son su plato fuerte, con el cual tienen planeado hacer que estos principiantes caigan en sus garras.

Les hacen insinuaciones amorosas –que son totalmente falsas- para convencerlos. Cuando ya consideran que tienen asegurada su presa, les piden la prueba de amor, con la que demostrarán que en verdad aman a esa persona. Algunos le llaman “el peor error de sus vidas.”

Aquí aterrizaremos en un escenario para responder a la pregunta. Los y las jóvenes que cayeron en las garras de estos lobos y lobas rapaces, se encuentran en un estado de culpabilidad, de baja autoestima, debido a la acción que realizaron. Se sienten rechazados (por su familia y amigos) y, al mismo tiempo, arrepentidos. No tienen un horizonte claro hacia donde ir, por lo que muchos de ellos optan por quitarse la vida… Esa no es una solución acertada.

Pero, ¿dónde radica el problema? Estas personas que tienen sus sentimientos lastimados tomaran la decisión de no volver a confiar en nadie. Algunos hasta jurarán jamás fijarse en nadie. Pronto encontrarán a otra persona, que posiblemente nunca ha tenido un noviazgo y, por ende, tenderán a desconfiar de ella. La desconfianza producirá conflictos y el más afectado será ese principiante, pues no sabe a qué se deben las conductas repentinas de la otra persona.

Le dirá que no quiere dañarlo (pero ya lo está haciendo), que mejor se busque a otra persona, porque ella nos la adecuada. Y rompen la relación. Posiblemente esta cadena se irá alargando y se repetirá con muchas más personas. En muchos casos, el dañado siempre busca desquitarse con otro. Uno a uno irá pagando el precio de lo que no debe y de lo que tampoco sabe ni es culpable. Todo gracias a esas personas destructoras de vidas.

Es claro que no todos obrarán de la forma que describen los dos párrafos anteriores, pues no desean volver a ser heridos ni mucho menos burlados. Estos piensan de una forma más empática y su mayor deseo es no volver a equivocarse.

LAS PREGUNTAS: ¿POR QUÉ ME PASA ESTO A MÍ? ¿POR QUÉ NO PUEDO TENER UNA BONITA RELACIÓN COMO LOS DEMÁS? TENDRÁN SU APLICACIÓN EN LAS PERSONAS PRINCIPIANTES DAÑADAS POR PERSONAS A QUIENES, EN UN MOMENTO ANTERIOR, LES HIRIERON SUS SENTIMIENTOS.

Si no has tenido surte en tu relación, posiblemente se deba a que te encontraste con una persona a la que ya dañaron sus sentimientos. Por eso no te comprendió. O puede ser, simplemente, porque tu carácter no era compatible con el de ella y siempre iban en direcciones opuestas. O rompieron debido a brechas sociales y religiosas.

Mi consejo es que esperes un poco más y que tengas paciencia. Y es lo que a veces no tenemos. Pero quiero decirte que Dios tiene preparada para ti a una persona especial, con la que podrás compartir el resto de tu vida.

LAS RELACIONES DE NOVIAZGO SON CUESTIÓN DE VOLUNTADES. NADIE ESTÁ OBLIGADO A ESTAR EN UNA RELACIÓN AMOROSA, SI NO LO DESEA. NO ES OBLIGACIÓN CASARSE NI BUSCAR PAREJA. PERO CADA QUIEN DECIDE Y HACE LO QUE LE PARESE MEJOR.

Dios te ama y desea lo mejor para ti. En el libro de Proverbios capítulo 5:18, Dios nos dice: “Sea bendito tu manantial y alégrate con la mujer (el hombre) de tu juventud…” Déjame recordarte que quien te ama no te lastima. Y tampoco te hará la vida a cuadritos para que sufras y te arrepientas de la decisión tomada. Comienza por conocer un poco la historia de la persona. Estás en tu derecho, pero se prudente. Dios te bendiga.

jueves, 18 de septiembre de 2008

Las apariencias engañan

Algunas veces, no nos gusta que nos llamen la atención por cosas que hacemos, decimos, etc., que a nuestro parecer están bien y por ello hemos decido tomar esas determinaciones. Lo peor que nos puede pasar es que nos arrepintamos cuando ya es demasiado tarde. Entonces refleccionamos y decimos: "si tan solo hubiera obedecido.
A decir verdad, esto le acontese a muchas personas. El problema radica en que nos dejamos llevar por las apariencias y por ello, fracasamos. La Biblia en el libro de los Proverbios dice que "hay caminos que al hombre le parecen derechos, pero su fin es camino de muerte."
Dios es claro con nosotros y nos advierte de muchos peligros. Su mayor deseo es nuestro bienestar, por tanto, busca hablarnos a tiempo y fuera de tiempo para que nosotros le obedescamos y seamos librados de muchos peligros, de situaciones vergonzosas y de múltiples cosas.
No esperemos hasta el último momento para reflexionar, intentemos escuchar la voz de Dios para que seamos guardados con su gran poder y misericordia. Dios te Bendiga

lunes, 4 de agosto de 2008

¿ERES DESOBEDIENTE?

No piensen que he dejado de escribir, pero se me presentaron unos inconvenientes. En esta ocasión, me gustaría recordar a Sansón, un hombre que tenía mucha fuerza para derrotar a quien se le pusiera enfrente.

La Biblia nos presenta la historia de este hombre, el cual era muy fuerte. Dios lo había bendecido con su poder para que defendiera a su pueblo de sus enemigos los filisteos. sin embargo, la desobediencia lo llevó por caminos que, al final, lo llevaron a la muerte.

En el libro de Proverbios Capítulo 1, la palabra de Dios dice que: "el principio de la sabiduría es el temor a Jehova." Sansón olvidó que su vida dependía de Dios y que su fuerza era el instrumento del cual él lo había dotado.

Sansón buscó una esposa en las hijas de los filisteos, cosa su madre le había dicho que no era agradable a Dios. Él desobedeció.

Su desobediencia lo llevó a convertirse en el hombre más debil del mundo, del cual hasta se burlaron y lo utilizaron como payaso de circo.

La historia de la vida de Sansón debería ser un punto de referencia para darnos cuenta que cuando desobedecemos a los consejos de Dios, nos dirigimos hacia nuestra propia destrucción.

Si vivimos la vida de manera deliberada decierto vamos hacia nuestra propia destrucción. El mundo nos consume de tal manera que hasta nos olvidamos de nuestro creador. Y a pesar de que decimos que podemos hacer lo que queramos, no tenemos paz ni somos felices.

Aqui se marca la diferencia entre una vida con Cristo y una vida deliberada. Dios da paz en el corazón a todos los que le buscamos y le reconocemos como rey y Dios.

Si caminamos de la mano con Dios, todo nuestra vida camina en un rumbo diferente pues tenemos paz y gozo en el corazon. Seguir nuestros propios caprichos para nada es provechoso. Escuchar la voz de Dios y seguir sus pasos es de mucha bendición.

domingo, 25 de mayo de 2008

DIOS PUEDE HACER GRANDES COSAS EN TI Y A TRAVÉS DE TI.

Un día en una clase escuché decir a mi profesor “Se puede conocer la grandeza de lo pequeño”, entonces reflexioné y me sentí motivado a escribir este artículo basado en el libro de Josué 1: 1-9, donde la palabra de Dios nos enseña cómo Jehová utilizó a personas sencillas y humildes para hacer grandes cosas.

Estas personas llegaron a ser grandes líderes reconocidos por muchos. Pero cada uno de ellos compartía una característica principal: tenían su corazón entregado a Dios; eran hombres decididos a someterse a la causa de Dios porque Dios era en sus corazones.

A pesar de de que esto sucedió hace miles de años, Dios no ha cambiado su amor por la humanidad (San Juan 3:16). Además no hay que olvidar su infinito poder y autoridad sobre todo lo que existe. En ocasiones, por los afanes de la vida, llegamos a olvidarnos hasta de su existencia, cosa que no deberíamos de hacer.

Pero volviendo al tema de Josué, podemos conocer como Dios lo convirtió en un guerrero valiente, dispuesto a cumplir el mandato que Jehová Dios le había encomendado. Su misión era conquistar y repartir la tierra prometida al pueblo de Israel que anduvo 40 años en el desierto, después de que Dios los sacó de la esclavitud de Faraón.

La pregunta que surge ante esta situación es ¿En el siglo XXI podrá Dios levantar líderes valientes que desafíen al mundo actual? La respuesta es sí. Claro que puede. Ahora podemos desglosar otro punto importante en este artículo dedicado a comprender la perfección de las decisiones de Dios al elegir o levantar a una persona de entre la multitud.

¿Pero quiénes serán estos nuevos líderes? Dios necesita de hombres valientes que estén dispuestos a pelear por su causa, no con armas, sino con el poder de su palabra y con el respaldo del Espíritu Santo. Estos hombres valientes son aquellas personas que renuncian al pecado y vienen al conocimiento de Dios. Son aquellos que sin pensar en el qué dirán, toman la decisión de seguir a Cristo y predicar el evangelio de salvación.

No se necesita de sabiduría humana. Lo primero es, como dijo nuestro Señor Jesucristo, “Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y las demás cosas os serán añadidas” (Mateo 6:34). Cuando le entregamos nuestra vida a Dios es nos utiliza de acuerdo a su voluntad, de acuerdo a sus propósitos.

Si tú decides hoy entregarte a Dios y formar parte del equipo de valientes, Dios puede manifestarse a través de ti, es decir, Dios puede hacer grandes cosas en ti y a través de ti. Puede transformar tu estilo de vida, utilizar los dones que posees para glorificarle a él. Puede levantar grandes obras utilizándote a ti como medio para manifestar su poder, hasta su pronto regreso a la tierra, para redimir a los suyos.

¡¡SÉ UN VENCEDOR!!!

miércoles, 30 de abril de 2008

¿ERES PRESO DE TU PASADO?


En la actualidad hay muchas personas que “teniéndolo todo” no son felices. Hay personas que no tienen comodidades pero tampoco pueden vivir en paz. Todo tiene una explicación razonable: tener dinero no significa ser feliz; tampoco ser pobre significa ser feliz.

La anterior afirmación me lleva a confirmar que la felicidad y la paz interior no provienen de tener o no tener posesiones materiales. Proviene de otro lugar. Mejor dicho, la felicidad y la paz interior nos son dadas. Pero ¿por quién nos es dada? –nos es dada por Dios.

Las personas viven presas dentro de sí mismas. A esto le sumamos una dosis de presiones ejercidas en nuestra cotidianidad –presiones sociales-. Lo que permite complementar la receta de encarcelamiento es la falta de soluciones.

A decir verdad, podemos hablar de una falta de libertad de la persona, de una libertad interior o mejor dicho: libertad espiritual. Esta libertad espiritual nos la da Dios. Vivir preso de los recuerdos es el estado de una persona que no ha recibido a Cristo en su corazón.

Cuando le permitimos a Dios entrar en nuestro corazón, él se encarga de limpiarlo y, por ende, nos quita esos pensamientos que nos acusan día con día. En el libro de Isaías 43:25 Dios nos dice: “Yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados.”

Esto quiere decir que Dios nos perdona de todas nuestras iniquidades y acciones pasadas que nos han creado un sentido de culpabilidad y no nos dejan vivir en paz. Dios en su gran amos nos ha perdonado a través de Jesucristo, quién murió en la cruz del calvario por amor a nosotros.

Si quieres experimentar esa libertad que Dios ofrece a todo el que se acerca a él, debes invocarle en este momento y pedirle perdón por todo lo pasado; y él es fiel y justo en perdonarnos porque nos ama.

¡Dios no hace acepción de personas. Ven y búscale hoy!

miércoles, 23 de abril de 2008

¿A QUIÉN DEBO IMITAR?

En todas las actividades que realizamos, muchas veces nos vemos influencias por otras personas a las que tendemos a tratar de imitar. A veces tratamos de hacer lo que otros hacen o que vimos hacer.

Recuerdo que en mi niñez, vi a una persona mayor fumarse un cigarro. Mi curiosidad me llevó a querer saber qué se sentía fumar. Junté 50 centavos de colón y me dirigía hacia la tienda a comprar un cigarro.

La señora de la tienda me preguntó si el cigarro era mío. Yo le respondí que no. Mi curiosidad me había llevado al grado de mentir. Al parecer, a nadie dañaba con mi actitud. Lo que no sabía era que fumar, además de dañar la salud, crea adicción.

Haber visto a aquel hombre fumarse un cigarro frente a mí, me había llevado a tratar de imitarlo. Sobre todo, porque yo consideraba que fumar era algo digno de admirar y que las personas lo hacían porque era parte de la vida. Qué equivocado estaba.

Encendí el cigarro, lo llevé a mi boca e inhalé. Casi me ahogué. Apagué el cigarro y lo tiré lejos. Estaba arrepentido de haberlo probado. Sin duda, aquella persona había sido de mala influencia para mi vida. Y nunca más desee volver a intentarlo.

Después de contarte mi pequeña experiencia, quiero compartir contigo un versículo de proverbios 23:17 que dice: “No tengas envidia de los pecadores, antes persevera en el temor de Jehová todo el tiempo, porque ciertamente hay fin, y tu esperanza no será cortada” Si aplicamos estas palabras a nuestra vida podemos afirmar que Dios nos advierte de cosas que pueden pasarnos si imitamos a personas que no tienen temor de Dios en sus corazones.

Los jóvenes, desde que entramos a la etapa de la adolescencia, tendemos a querer descubrir lo que este mundo ofrece. Buscamos afanosamente hacer cosas que nos parecen nuevas y que, al parecer, todo el mundo las hace. Cuando Dios nos habla, está tratando la manera de que tengamos cuidado con nuestras acciones. En su gran amor, nos advierte que tengamos cuidado de no ser presas de los deleites del mundo para que no nos olvidemos de su gracia y misericordia.

Es cierto, todos podemos hacer lo que queramos, tampoco nadie está exento de poder hacerlo. Aparentemente, toda persona es libre de hacer lo que desee. Pero, ¿por qué Dios nos dice que no debemos envidiar a nadie? Porque él sabe que todo lo que hagamos deliberadamente, traerá consigo nuestra auto destrucción.

La palabra de Dios dice en el libro de los Romanos que “la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús.” Ese actuar deliberadamente se llama pecado. Y apresa al hombre en los deseos de la carne y lo mantiene esclavizado, circunstancia de la cual nunca podrá salir por sí mismo y así morirá.

Dios quiere lo mejor para cada uno de nosotros. Y nos invita a tener cuidado de fijarnos a quién debemos imitar. El apóstol Pablo escribió en 1ra de Corintios capitulo 11:1 “Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo.” Debemos imitar lo bueno de las personas. Y que mejor ejemplo que buscar ser imitadores de Cristo, para que nos valla bien en todos los días de nuestra vida, hasta la venida de Cristo.

miércoles, 16 de abril de 2008

DONDE ESTÁS EDIFICANDO TU VIDA.

Posiblemente hallas escuchado ha cerca de la parábola de “Los dos cimientos”, que Jesús enseñó a los que le buscaban para escucharle. Él dijo:
“Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la Roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. (Mateo 7:24-25). Y añadió:
“Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu; y cayó, y fue grande su ruina.” (Mateo 7:26-27).
Probablemente, nunca nos hayamos preguntado en cuál de los dos lugares estamos edificando nuestra vida. Una posibilidad sería que, llevados por los afanes de este mundo, no estemos edificando sobre la roca. Otra posibilidad sería que, siendo obedientes, vivamos apegados a la fe que es en Cristo Jesús. Pero la respuesta solo podemos obtenerla haciendo una evaluación de nuestro estilo de vida, nuestro comportamiento, conducta y acciones.

En esta parábola, Jesús nos invita a reflexionar sobre si somos prudentes o no; sobre si somos sabios y estamos edificando en un lugar seguro que nos garantice nuestra protección ante cualquier tempestad que pueda presentarse. Esto no puede interpretarse solo como algo material. Al contrario, Jesucristo nos está advirtiendo que la mejor manera de vivir en este mundo, de afrontar los problemas que a diario nos acusan, es edificando nuestras vidas en él.

La Palabra de Dios dice en 1ra de Pedro 2:4 “Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa, vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.”

En este pasaje bíblico, el apóstol Pedro nos invita a que nos acerquemos a Dios y a que edifiquemos nuestra vida en Cristo. Al mismo tiempo, señala la actitud del hombre de vivir apartado de Dios, siguiendo sus propios deseos, donde se confirma que edificado sobre la arena, está totalmente expuesto y desprotegido de las asechanzas de Satanás.

El plan de Dios es que todos los hombres se acerquen a él, le adoren y al mismo tiempo, encuentren descanso para sus vidas. Cuando tenemos fe en Dios y creemos sus promesas, estamos edificando sobre él, y nos convertimos en personas prudentes que se han preparado para el tiempo venidero que no se sabe qué traerá.

Una persona que no busca acercarse a Dios, vive afanada, preocupada, sin paz. Además no está preparada para resistir los problemas que puedan presentarse, debido a que no tiene nada a qué aferrarse. Pero que para Dios son fáciles de resolver, si buscamos su ayuda.

El está dispuesto a ayudarnos, a sacarnos de cualquier situación y, sobre todo, nos ofrece un descanso para nuestra alma. Por tanto, se ve con claridad, la necesidad de edificar en la roca que es Cristo y, así, tener la seguridad de que no habrá corriente ni tempestad de problemas que puedan hacernos tropezar, porque Dios estará con nosotros.



jueves, 10 de abril de 2008

LA LENGUA, UN INSTRUMENTO PARA EDIFICAR Y DESTRUIR

En la escuela nos enseñaron que la lengua es el sentido del gusto. Que es así como conocemos el sabor de lo que probamos y comemos. También, aprendimos que la lengua sirve para hablar, para poder pronunciar bien las palabras y, así, las otras personas puedan entender o descifrar el significado del mensaje que producimos.

Muchos de los malentendidos son a causa de lo que en un momento determinado dijimos. Se mal interpreta el mensaje que emitimos y se distorsiona. En ocasiones, sin desearlo, ofendemos. Y la persona ofendida se queda con una versión de lo que en ese instante sucedió. Si nos tenían por personas tranquilas, ahora su concepción a cerca de nosotros será que somos personas amargadas, incompresibles e impacientes.

Cuando ofendemos con intención, dañamos directamente la integridad de la persona, y no solo eso, sino que cortamos una relación de amistad, o familiar, lo cual traerá consigo muchos problemas. Pasaremos maquinando maldad en nuestra mente y corazón, además de no querer pedir perdón a quien ofendimos.

Con la misma boca con que bendecimos, maldecimos. La lengua es un arma para edificar y para destruir. Si yo enseño algo positivo, construiré. Pero si emito un mensaje destructivo o de crítica injustificada, una calumnia hacia mis semejantes, se convierte en un arma para destruir lo que ya estaba construido.

La palabra de Dios, en Santiago 3:2 dice: “Porque todos ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende en palabra, este es varón perfecto, capaz también- de refrenar todo su cuerpo.”

La pregunta es ¿Cuántas veces al día mentimos? A la verdad muchas. Todos mentimos, a todos. Los humanos tenemos ese problema de mentir a cada momento. Si pudiéramos dejar de mentir, el mundo caminaría distinto. La palabra de Dios nos invita a buscar la justicia, a tratar la manera de refrenar nuestra lengua para no mentir ni ofender. Cuantos quisiéramos no haber dicho lo que dijimos para sanar el problema que resulto de haber dicho lo que dijimos.

La Biblia en el Libro de Proverbios 18:7 afirma: “La boca del necio es quebrantamiento para si, y sus labios son lazo para su alma.” Cuando decimos algo indebido, acarreamos lazos para nuestra vida, porque muchas veces quedamos presos de nuestras propias palabras. Y no encontramos una salida ante las ataduras que nosotros mismos buscamos.

Si buscamos a Dios, él puede quitarnos esas ataduras y también, quitar ese mal proceder de hablar más de la cuenta. Aprenderemos de su palabra y a anunciar las buenas nuevas de salvación a los que aun no han buscado de Dios.

lunes, 31 de marzo de 2008

LA HISTORIA DE WALTER

Debido a la precaria situación económica en la que vivía su familia, Walter Flores, un joven salvadoreño, de 19 años de edad, decidió buscar el sueño americano. Estaba tan entusiasmado que nada pudo detenerlo. Vendió todas sus posesiones para poder conseguir un poco de dinero y, de esa manera, solventar algunos gastos en el camino.

La familia de Walter estaba muy preocupada, pues el tiempo transcurría y no sabían nada de él. Una mañana recibieron una carta del joven, donde expresaba lo difícil que había sido llegar a Estados Unidos, pero que estaba dispuesto a sacrificarse para poderles ayudar.

Los años pasaron, y Walter enviaba cada mes varios dólares para sostener a su familia. Pero, de pronto, la comunicación se cortó. La familia del joven buscaba la manera de comunicarse, pero todo era en vano. Nadie sabía con exactitud lo que ocurría, hasta que un día la familia recibió una llamada telefónica de una institución de investigación de crímenes en Estados Unidos.

Después de mucho tiempo, esta institución había podido contactar a la familia de Walter para darles una mala noticia: el joven había sido asesinado por un grupo de pandilleros latinos.

La historia de Walter es muy triste, pero es real. En este mundo tan lleno de inseguridad, uno no sabe si, después de salir de casa por la mañana, tendrá la seguridad de regresar vivo. Walter posiblemente pensaría en regresar de nuevo a El Salvador para estar con su familia, pero jamás imaginó que un grupo de pandilleros le arrebatarían la vida.

Este mundo tan lleno de maldad no tiene solución. SOLO EXISTE ALGUIEN QUE NOS PROMETE UNA VIDA EN ABUNDACIA: JESUCRISTO EL HIJO DE DIOS. Si nos acercamos a él, nos hacemos herederos de sus promesas y tenemos la convicción de que él nos protege. Y no solo eso, sino que tenemos la seguridad que si morimos, él nos da la vida eterna porque nos ha salvado de la condenación eterna, del lago de fuego preparado para Satanás.

Dios quiere que todos vivamos en él. Jesús nos ha dejado la garantía de que sus promesas son válidas, puesto que el Espíritu Santo está con nosotros y va a guiarnos a toda verdad y justicia. Nos dará la sabiduría de sabernos conducir en esta corta vida aquí en la tierra, mientras esperamos su venida.

La primer interrogante que me hice al conocer la historia fue: ¿Walter habrá recibido a Cristo en su corazón antes de morir? No lo sé. Solo existen dos posibilidades: “que sí” y “que no.” Supongamos que el joven recibió a Cristo en su corazón. Si lo hizo entonces tiene vida eterna, pero si no lo hizo entonces no puede ir al cielo. PARA IR AL CIELO SE NECESITA CREER EN CRISTO PORQUE ÉL ES LA PUERTA (SAN JUAN 14:6).

Dios quiere que todos los hombres le conozcan. Quiere que todos los hombres se arrepientan de sus pecados y se vuelvan a él (Isaías 1:16-18) Si tú aun no le conoces, hoy es el Día en el que puedes entregar tu corazón a Dios.

miércoles, 26 de marzo de 2008

TENGA CUIDADO CON LA INFORMACIÓN QUE MANEJA


En la actualidad, al entrar a la adolescencia, muchos jóvenes desean descubrir y aprender nuevas cosas que consideran buenas. Es natural que todo ser humano desee aclarar sus dudas y así estar seguro de las cosas. Sin embargo, hoy en día, los avances tecnológicos y el bombardeo de información de toda índole, propiciada por los medios de comunicación y, en mayor magnitud, el Internet, permiten que los jóvenes llenen sus mentes de informaciones no benéficas.
Se aprende sobre sexo, alcohol y drogas. Lo peor de todo es que se aprende mal. La juventud se convierte en presa fácil de los placeres desenfrenados. Es cierto, no culpo a nadie. LO QUE DEBEMOS TENER PRESENTE ES QUE ESTE MUNDO ESTÁ DOMINADO POR EL PRINCIPE DE LAS TINIBLAS, EL CUAL SE DEDICA A ENGAÑAR A TODO AQUEL QUE BUSCA REFUGIARSE EN ALGO AGENO A DIOS.

Toda persona está expuesta a caer en placeres desenfrenados. Las causas pueden variar. Vasta con querer hacerlo. Lo negativo de las cosas es que TODAD PERSONA QUE ES PRESA DE LOS PLACERES CARNALES…NO PODRÁ SALIR DE ESA CARCEL A MENOS QUE DE CORAZON SE ENTREGUE AL SEÑOR JESUS.

La palabra de Dios dice que si conocemos la verdad, la verdad nos hará libres. Jesús es la verdad, pues el lo dijo: “Yo soy el camino la verdad y la vida y nadie viene al padre si no es por mi” (San Juan 14:6) Dios tiene poder para liberar de las cadenas del pecado a todo hombre y, también, para transformar a todo aquel que a él se acerca.

Volviendo a este grave problema al que la juventud se ve enfrentada, es necesario que los padres de familia den el primer paso y se acerquen a sus hijos para hablarles y enseñarles sobre la sexualidad. Pero esto es solo el comienzo. La palabra de Dios demanda que todos pregonemos el mensaje de salvación a toda persona. El primer lugar en el que debemos predicar a Cristo es en nuestros propios hogares, en nuestra familia.

Si todos los hombres obedeciéramos a la voz de Dios el mundo no estaría tan corrompido como lo está hoy. El temor a Dios es sabiduría, Dice el libro de Proverbios 1. PARA VIVIR EN ESTE MUNDO NECESITAMOS SER SABIOS, PRUDENTES Y AVISADOS. Esto sólo se consigue teniendo temor a Dios en nuestros corazones.
NO HAY PEOR COSA QUE CAER EN LOS ENGAÑOS DE SATANÁS. Él roba los sueños de los jóvenes y, con los sueños, su inocencia. Muchos lobos rapaces andan tras los y las jóvenes para devorarlas. No se necesita ser muy sabio para darse cuenta.

Este mundo no tiene retroceso. La única manera de tratar de disminuir este problema es cuidando a los de nuestra casa y buscando refugio en Dios para que nos proteja y nos de sabiduría para sabernos conducir en este mundo de perdición, mientras esperamos con ansia su pronto regreso.

miércoles, 16 de enero de 2008

NO DESMAYES

(Por José Aguilar)

En este 2008, es necesario que busquemos siempre la presencia de Dios en nuestras vidas. No hay que olvidar que de él y solo de él dependemos. Si buscamos a Dios, tendremos grande bendición en todas las áreas de nuestras vidas.
En este año que acaba de terminar, muchas personas se alejaron de Dios para "gozar" de lo que el mundo ofrese, olvidándose que el verdadero gozo viene del cielo, dado por la presencia del Espíritu Santo en nuestro corazón. Muchos perdieron la vida. Nunca superieron lo que en realidad les esperaba, pues si lo hubieran sabido, no se habrían tomado la molestia de cambiar a Cristo por placeres del mundo.
Amado amigo que estás leyendo esta pequeña reflexión, quiero decirte que Dios tiene algo especial para tí, y si estás luchando por obtener algo, no desistas porque Dios va a concedertelo. La palbra de Dios nos enseña en Gálatas 6:9 que: "A su tiempo todos segaremos, si no desmayamos", por tanto te invito a que Busquemos estar cada día más cerca de Nuestro Dios y Creador. Dios te bendiga.