jueves, 30 de septiembre de 2010

CAMBIA DE ZAPATOS


Las necesidades básicas de los seres humanos han propiciado el desarrollo de muchas cosas que son de utilidad a las personas. Alimentos, ropa, zapatos cepillo de dientes, desodorante, jabón de baño, etc.

De pequeños hemos aprendido que por higiene debemos cambiarnos la ropa todos los días, bañarse, cepillarse los dientes, por mencionar algunos. En la vida, aprendemos muchas cosas que son vitales para desarrollarnos en sociedad.

Del mismo modo, la vida está llena de necesidades que nos hacen buscar la manera de solventarlas. Pueden ser amorosas, sociales, económicas, de salud y otras. Muchas de las cuales pueden resolverse en el paso del tiempo, otras son inmediatas, pero también hay algunas que no pueden solventarse con cosas materiales.

En ocasiones, la soledad no se soluciona con estar rodeado de amigos y familiares. Ni la falta de amor se soluciona con tener familia y amigos. Son vacíos que solo pueden ser llenados por alguien que por mucho tiempo hemos ignorado. Su nombre es Jesucristo.

Jesús siempre ha estado a la espera de que hombres y mujeres reconozcan su amor, presencia y poder. Nos ha amado desde siempre antes que nosotros le amáramos a él. A lo largo de la historia, ha buscado la manera de relacionarse con los seres humanos, pero los seres humanos, en nuestra ceguera espiritual, hemos tratado de ignorarle, aun habiendo escuchado de amor y poder.

Jesús es ese cambio que necesitamos en nuestras vidas. Cuando los zapatos se nos desgastan buscamos la manera de conseguir otros. Venimos caminando con los zapatos del mundo, los cuales pisan el camino equivocado que nos dirige a apartarnos de Dios.

Para llenar esos vacíos que nadie puede llenar hay que cambiar de zapatos. Empezar a caminar en los zapatos de Jesucristo, seguir sus pisadas a través de la fe, de la lectura de su palabra, de la oración. Su amor es tan grande que nos concede las peticiones de nuestros corazones y nos regala la vida eterna. Quítate los zapatos del mundo y ponte los de Jesús para que tengas paz y vivas una nueva vida en él.