(por José Aguilar)
Todos ser humano, en cada circunstancia de la vida, se ve obligado a tomar decisiones que pueden llevarlo al éxito o al fracaso. Nadie en este mundo está exento de esto. Todos nos movemos con base en las distintas decisiones que tomamos: eso es lo que marca el rumbo de nuestra vida.
Recordando un poco ha cerca de lo que los cuatro evangelios nos enseñan, podemos tomar aquella porción de cuando nuestro Señor Jesucristo fue presentado ante Pilato para que dictara una sentencia sobre Él. Pilato se encontraba en una situación en la cual la vida de Jesús estaba en sus manos. Es decir, tenia la potestad para condenarlo o para dejarlo en libertad.
Pilato tenia que tomar una decisión: condenarlo para complacer a los Escribas y Fariceos; liberarlo porque no encontró en Jesús ninguna cosa de qué acusarle. Pero siguiendo con lo que los Evangelios nos relatan, encontramos que este rey tomo la decisión equivocada, porque mató al Hijo de Dios. Aunque dijera que él se lababa las manos, para decir que no era culpable de la muerte de Jesús, en realidad sí es culpable porque fue él quien dió la orden de crucificarlo. Muestra de ello es, que en la actualidad todos sabemos que fue pilato quien mandó crucificar a Jesucristo y de eso nadie tiene la menor duda.
Así como este relato enseña que la determinación de Pilato lo marcó de una forma negativa, tambien nosotros debemos tomar decisiones, en algun momento, que pueden ser de bien en nuestra vida, así como también, nos pueden maracar nagativamente.
Debemos tener cuidado a la hora de tomar una decisión. Necesitamos estudiar la situación con detenimiento para analizar los pro y los contra que esto traerá. La mejor forma de tomar decisiones es pidiéndole la dirección a Dios, porque Él es el único que ayudarnos cuando no sabemos qué hacer.
El libro de Galatas dice. "Crucificado estoy juntamente con Cristo, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mi"
Aquí encontramos que nuestra vida está escondida en Cristo y le pertenece a Él. Por tanto, debemos reconocer nuestra incapacidad como seres humanos para conocer cuál es la mejor decisión, ante un problema.
Cuando tomamos en cuenta a Dios, todo nos ayuda a bien, como lo dice su palabra. Si quieres obtener victoria en todas las areas de tu vida, pídele la dirección al Espíritu Santo, para que él te ilumine y te dirija en todo lo que emprendas.
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