viernes, 5 de octubre de 2007

¿ACEPTAS EL RETO?



Cuando yo aún era niño, le pregunté a mi abuelo acerca del futuro. El me respondió: “...nadie sabe con exactitud lo que sucedería. Lo único que puedo decirte es que nosotros hacemos especulaciones acerca de las cosas, pero no sabemos si en realidad serán así…”

Aquellas palabras no eran quizá las que yo deseaba oír en aquel momento. Sin embargo, cuando llegué a la adolescencia, comencé a ver el mundo de una forma distinta. Me di cuenta que vivir en el mundo no era tan fácil como lo imaginé en mi niñez. Descubrí que todos los seres humanos cambiamos, que la vida es corta, que para vivir hay que trabajar…

También recuerdo que cuando estaba cerca de cumplir los 14 años, comencé a preguntarme sobre la existencia del ser humano. Otra vez recurrí a mi abuelo, pero esta vez me sorprendió con sus palabras: “…el mundo fue creado por Dios y todo lo que en él hay” -me dijo. Entonces, decidí investigar quien era Dios y adónde encontrarlo.

En uno de esos días de soledad, sentí la curiosidad de leer un libro que mi mamá leía tanto: la Biblia. En ella encontré varios libros y opté por leer uno de ellos: el libro de los Salmos. Habían en él muchas oraciones para pedir ayuda, protección y también, para dar gracias. El Salmo cinco comenzaba así: “Escucha oh Jehová mis palabras; considera mi gemir. Está atento a la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío, porque a ti oraré. Oh Jehová, de mañana oirás mi voz; de mañana me presentaré ante ti, y esperaré. ”

Decidí un día buscar la ayuda y la protección de Dios, así como el salmista David lo hacía. Visité una iglesia cristiana y cuando preguntaron quién quería recibir a Cristo en el corazón, yo me puse de pié. Recuerdo que cerré los ojos y repetí la oración. Sentí temor y, al mismo tiempo, algo que no podía explicar, pero que lo sentía muy dentro de mí: recibí a Cristo en mi corazón. Fue una experiencia muy linda. Y desde ese momento sentí que mi vida comenzó a cambiar, comencé a encomendar mi vida a Dios y a contarle todos mis problemas, y el comenzó a obrar en mi.

Así fue como en agosto de 1,999, decidí buscar a Dios y darle una oportunidad en mi vida. Los años han pasado, y he descubierto que cuando tú le entregas tu vida a Dios, la vida se vive de una manera distinta porque Él es tu respaldo.

Querido amigo, Dios te ama y desea ayudarte, bendecirte y, no solo eso, sino que quiere regalarte la salvación de tu alma. Sólo debes entregarle tu corazón y buscarlo todos los días de tu vida. Y te aseguro que Dios no se hará esperar, Él obrará en el momento cuando más lo necesites. Recuerda que el mañana no es de nosotros, porque no sabemos cuánto tiempo viviremos en esta tierra, pero si nuestra esperanza está puesta en Dios, viviremos eternamente con Él, dice su Palabra.



¿QUÉ DICES, LE DARÁS HOY UNA OPORTUNIDAD A DIOS PARA QUE OBRE EN TU VIDA?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola jose, quiero decirte que me han gustado tus publicaciones y espero seguir visitando tu blog. te cuidas